En una entrevista realizada en el programa Tucumán al Día, el concejal capitalino Carlos Ale expuso con dureza la crítica situación del transporte público en San Miguel de Tucumán y remarcó la necesidad urgente de que la tarjeta SUBE funcione en su totalidad, tal como ocurre en otras provincias del país.
“Presentamos un proyecto para que los usuarios que deben tomar dos colectivos paguen solo el 50% del segundo boleto, si lo hacen en el plazo de una hora. Eso ya es ley en otros distritos y es un derecho básico. No se trata de regalar nada, sino de empatizar con la situación de quienes hoy la están peleando para llegar a fin de mes”, expresó el edil.
Ale explicó que este proyecto ya fue aprobado en la Comisión de Transporte del Concejo Deliberante y se encuentra en la Comisión de Hacienda, donde espera ser tratado para su pronta aprobación.
Además, denunció que el sistema SUBE en Tucumán está implementado de manera incompleta, privando a los usuarios de beneficios clave como los viajes con descuento por combinación, los dos pasajes de emergencia y otras ventajas que están disponibles en el resto del país. “En lugar de tener un sistema nacional transparente, se priorizó durante años la tarjeta ‘Independencia’, que respondía a intereses empresariales y no a las necesidades del vecino”, remarcó.
Respecto a la competencia de las apps de transporte como Uber, el concejal fue contundente: “La gente está eligiendo las aplicaciones porque tienen precio cerrado, seguridad y comodidad. ¿Qué respuesta se le dio desde el sistema de taxis? Ninguna. No hay modernización, no hay plataforma oficial ni control real del servicio”.
También hubo espacio para la polémica por la remoción de los adoquines históricos del Barrio Sur. Ale criticó duramente la decisión del municipio: “Es una pérdida patrimonial. Si el problema era la incomodidad para circular, se podía restaurar o hacer un tratamiento que los preserve. Pero no destruirlos. La ciudad no puede avanzar destruyendo su historia”.
En su análisis final, el concejal sostuvo que el principal problema es la falta de una política de transporte clara y coherente. “Muchos temas se patean para después de las elecciones. Mientras tanto, el servicio se deteriora, los vecinos pagan cada vez más caro y no hay soluciones de fondo. Gobernar no es administrar lo cotidiano: es tomar decisiones, aunque cuesten”, concluyó.