En diálogo con el programa Tucumán al Día, el especialista en redes sociales Alejandro José abordó el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la vida cotidiana y en distintas profesiones, calificando este fenómeno como un “cambio de humanidad” de mayor magnitud que la propia introducción de la electricidad.
José sostuvo que la IA está llamada a transformar el mundo del trabajo y la educación, obligando a la sociedad a “reentrenar” y “repensar los oficios”. Al mismo tiempo, señaló que, aunque la tecnología ofrece múltiples beneficios, es necesario mantener siempre un “toque humano” para evitar la deshumanización de los servicios.
Potencialidades de la IA
Entre las oportunidades más destacadas, el especialista mencionó:
Periodismo potenciado: herramientas como Grock, la IA de X (ex Twitter), permiten a los periodistas obtener resúmenes diarios y fuentes de información en segundos, ahorrando tiempo y nivelando la competencia entre grandes medios y redacciones pequeñas.
Traducción en tiempo real: plataformas como Google Meet ya logran traducir y transcribir en simultáneo, abriendo la comunicación entre distintos idiomas.
Transporte más seguro y económico: los autos autónomos reducen costos operativos y, en algunas ciudades, disminuyeron hasta un 25% los accidentes de tránsito vinculados a taxistas.
Logística automatizada: los camiones sin conductor ya son una realidad y podrían abaratar el traslado de mercancías y entregas puerta a puerta.
Impacto y desafíos
Sin embargo, José advirtió que este avance también tiene consecuencias profundas:
Desplazamiento laboral: profesiones como traductores o choferes se ven amenazadas por la automatización. En algunos países, la llegada de autos autónomos redujo en un 80% el trabajo de los taxistas.
Debilitamiento sindical: los gremios deberán repensar su rol frente a la reducción de trabajadores en sectores tradicionales.
Incertidumbre social: persiste el temor sobre los límites de la IA y la posibilidad de que “las máquinas dominen a las personas”, aunque el entrevistado descartó este escenario.
Brecha generacional: los adultos mayores enfrentan mayores dificultades para adaptarse a la digitalización de servicios básicos, lo que genera la necesidad de acompañamiento.
Finalmente, Alejandro José subrayó que la clave está en humanizar la tecnología: “La inteligencia artificial no debe reemplazar lo humano, sino potenciarlo. Siempre tiene que haber un chequeo y un criterio crítico, porque si no, el riesgo es la deshumanización”.