En la madrugada del viernes 20 de junio, la tensión entre Irán e Israel escaló a niveles alarmantes con una nueva andanada de misiles balísticos iraníes que impactaron en diversas ciudades israelíes. Esta nueva ofensiva ocurre exactamente una semana después del inicio de la operación militar israelí contra el programa nuclear del régimen persa, marcando uno de los episodios más críticos en la historia reciente del conflicto en Medio Oriente.
Uno de los ataques más devastadores se produjo en Beerseba, ciudad del sur de Israel, donde un proyectil impactó cerca del Parque de Tecnologías Avanzadas y la Universidad Ben-Gurión. La explosión generó un gran incendio, destruyó un edificio de seis pisos y redujo a chatarra decenas de automóviles. Siete personas resultaron heridas, principalmente por inhalación de humo, contusiones y crisis de ansiedad, según informó el servicio de emergencias Magen David Adom (MDA).
Horas más tarde, Irán volvió a lanzar misiles, esta vez sobre la ciudad portuaria de Haifa, al norte del país. El ataque dejó un saldo de 23 heridos, entre los cuales hay tres en estado grave: un joven de 16 años y dos hombres adultos de 54 y 40 años. Además, una mujer de 51 años falleció producto de un paro cardíaco mientras se refugiaba en Karmiel, al norte de Israel, en un caso que elevó aún más la alarma entre la población.
Un impacto directo podría provocar una emisión muy elevada de radiactividad al medio ambiente
Ante la agresión, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) activaron sus sistemas antimisiles y lanzaron una contraofensiva aérea, en la que lograron destruir tres lanzaderas iraníes y abatir a un comandante enemigo. Posteriormente, la Fuerza Aérea israelí atacó infraestructura militar en el suroeste iraní, especialmente baterías de misiles tierra-aire.
Reacciones internacionales
El conflicto generó una ola de reacciones globales. Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), advirtió sobre los riesgos de un posible ataque a la planta nuclear de Bushehr:
Grossi ofreció inspecciones nucleares más estrictas para evitar la proliferación de armas en la región. A su vez, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a las partes a “dar una oportunidad a la paz”.
Por su parte, el Reino Unido y Suiza evacuaron sus embajadas en Irán, mientras que en Estados Unidos, Donald Trump declaró que definirá en las próximas dos semanas si el país intervendrá militarmente. Además, evalúa un eventual ataque a la instalación de enriquecimiento de uranio en Fordow, ubicada bajo una montaña y considerada indestructible por bombas convencionales.
Finalmente, la reacción de los mercados también fue significativa: Wall Street abrió al alza, influenciada por los anuncios de Trump y señales de relajación monetaria por parte de la Fed.