Por Alejandro José (*)
Inteligencia artificial y gremios se cruzan en un escenario de cambio profundo la irrupción de la inteligencia artificial (IA) y la automatización ya no se limita a una promesa futurista. Es una realidad en marcha que impacta sobre sectores estratégicos de la economía mundial. Vehículos autónomos, cajas automáticas en supermercados y el avance de los bancos digitales son apenas algunos ejemplos que ilustran un fenómeno creciente: mayor eficiencia, reducción de costos y una mejora significativa en seguridad. Sin embargo, ese mismo progreso tecnológico erosiona el poder de los gremios, cuya fuerza histórica residió en la masividad de sus afiliados.
El desafío no es únicamente la desaparición de ciertos puestos de trabajo, sino la transformación de las estructuras laborales, que conduce a la migración de miles de trabajadores hacia otros rubros. Este proceso altera de raíz la capacidad de los sindicatos para ejercer presión sobre gobiernos y empresas.
Taxis y plataformas: un gremio doblemente golpeado
El caso de los taxistas refleja con claridad la magnitud del cambio. En ciudades como San Francisco y Phoenix, las flotas de vehículos autónomos de Waymo y Cruise ya operan sin necesidad de conductor humano. De acuerdo con la California Public Utilities Commission (2024), estos autos redujeron en más de un 60% los accidentes leves en comparación con los taxis tradicionales y abarataron en un 20% el costo por kilómetro recorrido.
Según el Departamento de Transporte de San Francisco (2023), más de 2.500 licencias de taxis tradicionales quedaron inactivas desde la llegada de las flotas autónomas, lo que representa cerca del 35% del parque original de taxis con chofer. En paralelo, la International Transport Forum (2022) proyecta que en las próximas dos décadas, hasta un 70% de los empleos de conducción urbana podrían ser sustituidos por automatización en países desarrollados.
En Argentina, los sindicatos de taxistas ya enfrentaron una fuerte presión con la llegada de Uber y Cabify. El ingreso de la conducción autónoma supondría un quiebre aún mayor para un sector que, históricamente, encontró en el número de afiliados su mayor herramienta de negociación.
Camioneros: el poder sindical más expuesto
Entre los gremios con mayor peso político en Argentina se encuentra el de Camioneros, que agrupa a más de 200.000 afiliados. Este sindicato, que ha tenido un rol decisivo en la vida política y económica del país, enfrenta un desafío existencial con el avance de los camiones autónomos.
En Estados Unidos, compañías como Aurora y TuSimple ya desarrollan rutas de prueba en Texas con camiones sin conductor. Los resultados muestran reducciones del 10% en costos logísticos y del 40% en tiempos de entrega, según datos de FreightWaves (2023). Además, la American Trucking Associations (ATA) estima que para 2030, al menos 500.000 de los 3,5 millones de empleos de choferes en EE.UU. estarán en riesgo de automatización.
China se encuentra aún más adelantada: corredores logísticos interurbanos ya operan con flotas autónomas de manera regular. En 2023, el Ministerio de Transporte chino informó que más de 20.000 kilómetros de autopistas ya estaban habilitados para vehículos autónomos de carga, con una meta de triplicar esa cifra para 2030.
El impacto sindical no será inmediato ni total, pero sí progresivo. Los trayectos largos —fundamentales para el transporte de granos, minerales y carga pesada en países exportadores como Argentina— son los que presentan mayor potencial de automatización. Estimaciones conservadoras proyectan una pérdida de entre 15% y 25% de afiliados camioneros en la próxima década. Esto implicaría un golpe directo a la estructura política de un gremio que históricamente fue decisivo en las negociaciones salariales y en las disputas con distintos gobiernos.
Peajes: una estructura en extinción
Los trabajadores de peajes representan otra categoría en riesgo inmediato. La expansión del sistema de Telepase en Argentina redujo de manera drástica la cantidad de empleados en cabinas del Área Metropolitana de Buenos Aires. En 2017, el gremio contaba con cerca de 8.000 afiliados, cifra que hoy ronda apenas los 4.000, de acuerdo con datos del propio sindicato.
El ejemplo chileno ofrece un anticipo: tras la implementación total del telepeaje en autopistas urbanas, el sindicato prácticamente dejó de existir. En Chile, la Confederación de Trabajadores de Peajes reportó que entre 2010 y 2020 se perdieron más del 95% de los puestos vinculados al cobro manual en cabinas.
Empleados de comercio: la revolución silenciosa de las cajas automáticas
El Sindicato de Empleados de Comercio es el más grande del país, con más de un millón de afiliados. En este sector, la transformación tecnológica no se expresa de manera abrupta, sino silenciosa y progresiva.
En supermercados europeos y estadounidenses, las cajas automáticas ya procesan entre el 50% y el 60% de las operaciones en horarios pico, de acuerdo con NielsenIQ (2022). En España, Carrefour informó en 2023 que más de la mitad de los pagos se realizan en sistemas de autocobro. En Reino Unido, la British Retail Consortium (2022) señaló que el 75% de los supermercados ya ofrecen esta modalidad de manera predominante.
Argentina sigue esa tendencia: en 2023, la Cámara Argentina de Supermercados reportó que las principales cadenas del país instalaron más de 2.000 terminales de autocobro, con una proyección de duplicar esa cifra hacia 2026. El impacto es visible: el empleo en cajas cayó un 12% en los últimos cinco años, según datos del INDEC.
Bancarios: del mostrador al celular
La banca atraviesa una transformación radical que impacta directamente en sus sindicatos. Según la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA, 2023), más del 80% de las operaciones se realizan hoy por canales digitales. Este cambio se vio acelerado por la expansión de fintechs como Mercado Pago, Ualá y Naranja X.
En Europa, la Federación Bancaria Europea informó que entre 2010 y 2020 se cerraron más de 48.000 sucursales en el continente, una reducción del 30% en una década. Suecia es el caso extremo: en 2022, apenas el 8% de las transacciones se realizaron en efectivo, lo que llevó a una contracción drástica del sindicato bancario local.
En Argentina, según datos de la Asociación Bancaria, entre 2018 y 2023 se cerraron más de 700 sucursales, con una pérdida de unos 10.000 puestos de trabajo presenciales. La resistencia gremial permitió frenar cierres masivos, pero la tendencia apunta a que la digitalización seguirá avanzando con fuerza.
Impacto positivo de la automatización: datos duros
La erosión del poder gremial es evidente, pero la sociedad obtiene beneficios medibles gracias a la implementación de inteligencia artificial y automatización.
- Seguridad vial: la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, 2022) estima que el 94% de los accidentes en Estados Unidos se deben a errores humanos. Las pruebas de Waymo demostraron una reducción de más del 50% en siniestros en zonas donde operan autos autónomos.
- Costos de transporte: un informe de McKinsey (2023) señala que los camiones autónomos pueden reducir hasta un 30% los costos en combustible y horas hombre en trayectos largos. La consultora PwC proyecta que para 2035, la automatización del transporte de carga podría ahorrar a nivel global más de 300.000 millones de dólares anuales.
- Eficiencia en comercios y bancos: las cajas automáticas disminuyen filas en un 40% y mejoran la experiencia del consumidor. Los canales digitales en banca reducen hasta un 25% los costos operativos, lo que fortalece la competitividad del sistema financiero.
Argentina: proyecciones a 10 años
Las proyecciones locales permiten anticipar el impacto sobre distintos gremios:
- Peajes: desaparición casi total del gremio en menos de cinco años.
- Taxistas y plataformas: reducción de hasta 40% en afiliados si ingresan flotas autónomas.
- Camioneros: pérdida estimada de entre 15% y 25% de afiliados en una década.
- Empleados de comercio: reducción paulatina en la cantidad de cajeros y personal de atención, con un impacto gremial significativo en el mediano plazo.
- Bancarios: debilitamiento estructural debido a la digitalización, con reubicación parcial de trabajadores en áreas de soporte tecnológico.
En este escenario, los gremios ya no enfrentan solamente una disputa salarial, sino una transformación profunda que cuestiona su rol histórico. La fortaleza que en el pasado les otorgaba la masividad de sus afiliados se ve erosionada por tecnologías que reducen la necesidad de mano de obra intensiva. Fuente: 2do enfoque
(*) Director de MKT Marketing Digital y Marketing Digital Experience. Fundador de Bonus Cupón, hacktivista, experto en Marketing Digital, Social Media y Emprendedor Digital.