Durante la jornada de hoy, se realizan medidas de fuerzas que incluyen cortes de tránsito.
«La Dirección General de Tránsito de San Miguel de Tucumán se encuentra sumida en una profunda situación de abandono institucional por parte del gobierno municipal. La precariedad en la que se desempeñan sus trabajadores, sumada a las condiciones edilicias y operativas deplorables, refleja una clara desigualdad en el trato hacia esta repartición», plantean en un comunicado que tienen como refrentes al Sindicato de Empleados Municipales que lidera Cacho Acosta.
Condiciones laborales indignas
«Los motoristas circulan en motos con cubiertas lisas, sin seguro, sin uniforme, sin borcegos ni equipamiento básico. Los agentes de calle (“varitas”) deben usar ropa usada, heredada o prestada.
Los administrativos tampoco cuentan con indumentaria oficial, y deben trabajar vestidos como pueden, con lo que pueden adquirir con su sueldo insuficientes», agregan.
Edificio deteriorado y sin recursos
Las oficinas presentan un estado crítico:
• Techos con peligro de derrumbe,
• Aires acondicionados rotos,
• Baños insalubres: sin presión de agua, con pérdidas constantes. Sin agua potable, tanques sin funcionamiento, que deben ser llenados por los bomberos en cisternas sin tapa, una vez a la semana, donde flotan palomas muertas y ratones.
La fumigación es deficiente y las cucarachas circulan libremente por los espacios de trabajo, por más que los empleados se empeñen en controlar la plaga.
No se dispone ni siquiera de elementos mínimos para el desempeño de las funciones, como combustible, aceite para los móviles, impresoras, computadoras, sillas, papel carbónico o lapiceras para hace actas.
Una repartición que recauda millones… pero vive en el abandono
Tránsito no es una repartición más: es una repartición que genera millones de pesos mensuales en concepto de actas, secuestros,, controles de alcoholemia . Sin embargo, esos recursos no se ven reflejados en condiciones dignas para su personal
Salarios precarios
Un agente que trabaja en la municipalidad de la capital, con 30 años de servicio no llega a cobrar $700 mil, y el 80% del salario es abonado en negro. Pero si trabajan 60 horas extras más, cobran una extensión horaria de $65000 (aproximadamente $1000 por hora)
La categoría promedio tiene un básico de apenas $68.000 mensuales.
Abandono operativo y dirigencial
Mientras a otras reparticiones, como la Asistencia Pública, la División Ecológica, Monitoreo y la PPC, se les entregaron recientemente vehículos 0 km, uniformes, y todo lo necesario para trabajar, en Tránsito los móviles están en estado deplorable.
Muchos encargados deben realizar sus funciones a pie, controlando al personal sin herramientas ni transporte adecuado.
A esto se suma la falta total de conducción: no hay un director designado, desde la renuncia del Lic Matafa, quien tuvo que renunciar tras la negativa de la intendenta a proveer de todo lo que le había prometido para mejorar la repartición. La única subdirectora administrativa se limita a permanecer en su oficina, sin acompañamiento ni gestión operativa y ajena a la realidad que vive el personal.
Trato desigual dentro del mismo edificio
En la misma sede de Tránsito, funcionan el Tribunal de Faltas y la Secretaría de Movilidad, cuyas oficinas están completamente equipadas, con baños nuevos y exclusivos, y hasta asientos confortables… para infractores.
Además a los empleados de estas reparticiones, se les provee de comida si trabajan las extensiones horarias, algo que también se hace en Defensa Civil, Asistencia Pública, 9 de Julio y Lavalle y otras más.
Privilegios evidentes en otras reparticiones
Mientras el personal de Tránsito trabaja en condiciones precarias:
• En la Asistencia Pública, los trabajadores reciben ropa personalizada, según el piso en el que se desempeñan, clases de gimnasia, capacitaciones sobre autocuidado y hasta una hora de meditación los viernes.
• En la División Ecológica, se entrega uniforme completo y de calidad con frecuencia, y hasta se fabricaron lápices, kokedamas y vasos ecológicos que se distribuían en la peatonal a quienes los seguían en Instagram. Un despropósito y una campaña política solapada.
• A la PPC, se le provee ropa según la época año, se los capacita constantemente y se los equipa adecuadamente.
«La discriminación quedó expuesta públicamente en el reciente desfile del 9 de julio*: mientras reparticiones como PPC, Asistencia Pública y la Div. Ecológica desfilaban uniformadas, visibles y destacadas, al personal de Tránsito (que estaba cumpliendo funciones) se lo mantuvo apartado, lejos y oculto, como si no pertenecieran. Hasta 4 personas que pertenecen a la empresa de seguridad contratada, desfiló ese día, entre los empleados de la Asistencia Pública, como si pertenecieran a las huestes municipales», finaliza el comunicado.