El diminuto archipiélago africano de Cabo Verde vivió su día más glorioso, vendiendo un hito que resonará por generaciones. Tras vencer 3-0 a Esuatini en la jornada final de las Eliminatorias de África, los Tiburones Azules consiguieron la clasificación por primera vez en su historia a una Copa del Mundo, la cual se disputará el próximo año en Estados Unidos, México y Canadá.
Esta hazaña no es menor, pues en el camino a la gloria el equipo del Atlántico dejó a una potencia continental como Camerún en el segundo lugar, obligando a los Leones Indomables a luchar por su cupo en la instancia de repechaje. Con esta victoria, Cabo Verde se aseguró el liderato del Grupo D de la eliminatoria africana con 23 puntos, cuatro unidades por encima de los cameruneses, que no pasaron del 0-0 ante Angola.
El muro de Esuatini y el despertar en la segunda parte
Aunque el marcador final sugiere una comodidad absoluta, el inicio del partido no fue sencillo. Durante la primera mitad, el conjunto dirigido por Bubista se encontró una y otra vez con el férreo bloque defensivo de Esuatini. La frustración crecía en el Estadio Nacional de Praia, ya que cuando lograban romper las líneas, el arquero Khanyakwezwe Shabalala respondía con grandes atajadas, manteniendo el empate en cero.
La tensión se rompió apenas iniciado el complemento. A los tres minutos de la segunda mitad, Dailon Livramento se erigió como el héroe de la jornada. El delantero de la Casa Pia portugués aprovechó un rebote en el área para marcar el decisivo 1-0. Livramento, quien ya había sido clave con el gol del triunfo ante Camerún en septiembre, volvió a demostrar su trascendencia.
El gol de la tranquilidad y un feriado para la historia.
Con la ventaja a su favor, Cabo Verde recuperó la confianza y estuvo cerca de ampliar la diferencia con un potente disparo de Jamiro Monteiro que se estrelló en el travesaño. Sin embargo, la tranquilidad definitiva llegó a los 54 minutos, cuando Willy Semedo empujó el balón al fondo de la roja tras una jugada magistral iniciada por Diney Borges y Yannick Semedo.
Ya en tiempo añadido, el experimentado defensor Stopira vendió el 3-0 final, desatando la locura total entre los 15.000 aficionados que colmaron las tribunas.
La euforia fue tal que el gobierno caboverdiano decretó feriado nacional para celebrar este día histórico. Su lema, «10 islas, una nación, un sueño», ha trascendido el deporte y se ha materializado en un logro deportivo sin precedentes: Cabo Verde es mundialista .
